Alterados la penumbra de esa noche submarina, con el velódromo y el estadio inmensos en el vuelco de las oscuras frases sumergidas por una resaca en el arrecife- cuna y maravillados por tales monumentos en lugar de una cultura invertebrada particular del agua salobre, fuimos remunerados con la vista de un paisaje que pocos conocerán alguna vez, aún con espasmódicas extremidades infantiles, estos impulsos que queremos ser alejen, el modo de guiarnos por la corriente donde- doncella, budión, gallito del rey- una enorme cantidad de oxígeno ayuda a descomponer las moléculas orgánicas en formas más sencillas para la eliminación por medio de filtros químicos, y mantener un entorno que conduce al cultivo de grandes poblaciones de bacterias aeróbicas con relación al futuro del continente, así dice, el problema fundamental ya no es el del Autorreconocimiento, ni aquí ni en ningún otro lado, sino la unión, él deber de combatir el aislamiento pese a dificultades económicas y sociales- o así se nos convenció- de salud y de energía para las cada vez más complejas funciones del estado en donde las mujeres entonces formarán 60% de la fuerza técnica del país, con empleos y buenos salarios, mujeres más libres y menos dependientes de los hombres en el pasado, cuando las noticias de la casa que levantaron fueron recibidas como buenas, fueron motivo de orgullo porque no ignorábamos los obstáculos que enfrentaron, en verdad muy difícil para todos, el pueblo que intentamos construir, un proyecto de gran beneficio social para la población entera cuyo placer se infiere por la alimentación a cucharadas, la inocuidad para poder llevar una vida normal en el espejo de la contención y los entornos acuáticos- navícula, sargazo, coralina- para oponerse ahora a los silicatos que producen el crecimiento de micro algas y metales pesados que constituyen una debacle para los invertebrados, aplicar los métodos tradicionales como aquellos que lo largo de historia fungieron en casos de enfermedades peligrosas, a saber la cuarentena de aquellos infectados entre nosotros, como en el caso del cólera, la lepra, y así sucesivamente, agregó, esto es una muerte lenta, un par de bombas para el zumbar y gorgoteo de querer simular un sistema análogo a la vida para los habitantes que aún nos quedamos.
Roberto Tejada. Autoreconocimiento del pez. México D.F., noviembre 1997.